Maquillaje en cine y televisión

En el maquillaje para medios audiovisuales encontramos la caracterización de personajes para películas o series, el maquillaje de alta definición, el visagismo con técnicas de conturing y strogging, e incluso también el maquillaje con efectos especiales, que implica la creación de hematomas, heridas, rasguños, quemaduras, maquillaje de fantasía, etc.

Esta forma de maquillaje implica la necesidad de crear un carácter creíble para el personaje, adaptado a los valores concretos de la obra audiovisual en cuestión. En este sentido, el maquillador profesional será el encargado de tomar decisiones clave, que van desde la elección del maquillaje que mejor se adapta a la piel de los actores, hasta la importancia de identificar correctamente la iluminación que incidirá sobre la piel una vez maquillada, incluso la cámara que se utiliza para grabar al personaje.

En el cine o incluso, en teatro, el maquillaje es imprescindible, pues las condiciones de iluminación inciden sobre la percepción y también es imprescindible para dar a las personas el color de la piel que se necesita. En algunos casos extremos, esta aparente pérdida de pigmentación puede dar un aire espectral a las personas.

Posee dos constituyentes mayores:

·         talco, que representa del 60 al 80 por ciento de la fórmula;

·         almidón, una sustancia mucilaginosa (sustancia capaz de absorber agua) extraída de los cereales.

Pueden añadírsele algunas materias primas:

·         carbonato magnésico, para fijar los perfumes y conseguir ligereza, por su textura polvorosa;

·         estearato de magnesio o estearato de zinc, jabones metálicos que permiten la homogeneidad de los polvos y la fijación a la epidermis;

·         antioxidantes: para mejorar la conservación y la estabilidad;

·         pigmentos, que intervienen en el 3 por ciento de la composición de los polvos;

·         perfume neutro o de alguna clase.